El Movimiento Universitario SUR, junto a Pino Solanas y organizaciones sociales y políticas, se hizo presente en el acto frente al Congreso para exigir que no se pague la deuda hasta que sea investigada.
Desde Sur, y como estudiantes universitarios, sostenemos que nos se puede hablar de derechos humanos cuando se legitima la deuda externa de la dictadura. No podemos dejar pasar que el oficialismo mienta tan descaradamente cuando dice que lleva adelante una política de desendeudamiento, cuando esta reconociendo 20 mil millones de dólares a los fondos buitres, a los que supuestamente no le iban a pagar mas.
Por nuestro compromiso con los sectores populares, por estar convencidos que esa plata tiene que invertirse en educación, en salud y en generar puestos de trabajo, seguiremos luchando para que de una vez por todas se termine con la política de entrega y de nuestro patrimonio y nuestras riquezas que causan el hambre y la desocupación de millones de argentinos y argentinas.
martes, 30 de marzo de 2010
sábado, 27 de marzo de 2010
La plaza disipa los miedos, no nos divide sino que nos une.
Por: Juan P. Ruiz
Ayer se llenaron las principales plazas del país, principalmente la plaza de mayo. Miles de argentinos y argentinas se movilizaron masivamente e hicieron una demostración impactante del consenso que la lucha por los derechos humanos tiene en la sociedad.
Todas las vertientes políticas, sociales y culturales que pertenecen a los sectores populares estuvieron en la plaza. Sindicatos, partidos, movimientos, intelectuales, organismos de DDHH, batucadas y bailarines, puestas teatrales, y muchos que fueron en familia o solos a encontrarse con amigos o compañeros.
Ya no es solo una marcha de “sectores medios”, estudiantiles y de la izquierda como se etiquetaba hace un tiempo a las movilizaciones del 24 de marzo; desde hace unos años y sobre todo ayer los trabajadores y desocupados aportaron masivamente a la convocatoria.
Las plazas de todo el país mostraron, además de la diversidad, la forma en cómo se estructura y se organiza el campo popular. Mostró las diferencias, contradicciones y fricciones, pero mostró algo que los medios masivos de comunicación no muestran, y es el enorme capital político y social acumulado por el campo popular.
Las marchas de ayer no fueron una evocación solamente, tampoco se pueden limitar a la causa de los derechos humanos; lo de ayer desbordo todo eso y fue una enorme demostración de fuerzas de lo mucho que acumulo el pueblo desde la dictadura hasta hoy.
Sin embargo también hay que decir que a pesar de todo lo acumulado no hay o no se han construido todavía estrategias comunes que hagan confluir en forma unitaria semejante fuerza. De esas estrategias e identidades diferentes si se hicieron eco los grandes medios, para ellos si somos muchos es mejor mostrarnos divididos.
Pero volviendo a la fuerza acumulada intento imaginar como haría un gobierno de derecha o conservador para proponer planes de ajuste o represión en el futuro.
Sin llegar a sostener que la derecha va a ganar el próximo gobierno pero con la posibilidad real de que sean Scioli, De Narváez, Macri, Carrio o Cobos quienes gobiernen me pregunto: ¿Cómo van a hacer para implementar planes de ajuste? ¿Cómo van a hacer para reprimir? O mucho más allá ¿Cómo va a hacer para achicar el estado y aumentar la dependencia del país?
Los medios, la partidocracia, el establisment y los factores de poder saben de esta enorme fuerza acumulada, y también de los límites que todavía tiene; tal vez por eso no quiso el gobierno organizarla en su momento, ¿Cómo la frenarían después?
Cuando me hago esta pregunta recuerdo las enormes movilizaciones populares en contra de los indultos del Menem que sin embargo no pudieron frenar la aplicación del proyecto neoliberal. Allí harán pie los pesimistas para sostener sus análisis.
Pero nuestro pueblo hizo un 20 de diciembre y marco nuevos límites al poder, que indican un piso del que no será sencillo bajar. Es desde ahí que semejantes movilizaciones hacen caer en saco roto la invocación al miedo que desde muchos sectores “progresistas” se bate con el latiguillo de que “ojo que vuelve la derecha”. O que sostienen también que al gobierno no se le debe criticar nada porque sino “volvemos a los 90”, y se toleran la corrupción y la acumulación de riqueza personal de los dirigentes, los acuerdos con Scioli, De la Sota o De Narváez, o el regreso a los mercados de capitales y al endeudamiento externo.
Es mucho lo acumulado por el campo popular, es también firme el piso de derechos que hemos conquistado, se trata entonces de desafiar los límites del presente para construir el futuro de nuestro país. No es el miedo al pasado lo que debe condicionarnos. El neoliberalismo y sus representantes no tienen la fortaleza de antaño y en nuestro continente es donde están sucediendo las mejores experiencias en ese sentido, como las de Evo, Chávez y Correa.
En la plaza de ayer no estaba el PJ de Scioli, Gioja, De la Sota, Reuteman y los gobernadores, tampoco la UCR y la Coalición Cívica, muchos menos el PRO. Estaba el pueblo expresado en ciudadanos de a pie junto a sus familias, intelectuales; estudiantes y trabajadores; organizaciones, partidos y movimientos.
Una vez mas la plaza disipa los miedos, no nos divide sino que nos une.
Ayer se llenaron las principales plazas del país, principalmente la plaza de mayo. Miles de argentinos y argentinas se movilizaron masivamente e hicieron una demostración impactante del consenso que la lucha por los derechos humanos tiene en la sociedad.
Todas las vertientes políticas, sociales y culturales que pertenecen a los sectores populares estuvieron en la plaza. Sindicatos, partidos, movimientos, intelectuales, organismos de DDHH, batucadas y bailarines, puestas teatrales, y muchos que fueron en familia o solos a encontrarse con amigos o compañeros.
Ya no es solo una marcha de “sectores medios”, estudiantiles y de la izquierda como se etiquetaba hace un tiempo a las movilizaciones del 24 de marzo; desde hace unos años y sobre todo ayer los trabajadores y desocupados aportaron masivamente a la convocatoria.
Las plazas de todo el país mostraron, además de la diversidad, la forma en cómo se estructura y se organiza el campo popular. Mostró las diferencias, contradicciones y fricciones, pero mostró algo que los medios masivos de comunicación no muestran, y es el enorme capital político y social acumulado por el campo popular.
Las marchas de ayer no fueron una evocación solamente, tampoco se pueden limitar a la causa de los derechos humanos; lo de ayer desbordo todo eso y fue una enorme demostración de fuerzas de lo mucho que acumulo el pueblo desde la dictadura hasta hoy.
Sin embargo también hay que decir que a pesar de todo lo acumulado no hay o no se han construido todavía estrategias comunes que hagan confluir en forma unitaria semejante fuerza. De esas estrategias e identidades diferentes si se hicieron eco los grandes medios, para ellos si somos muchos es mejor mostrarnos divididos.
Pero volviendo a la fuerza acumulada intento imaginar como haría un gobierno de derecha o conservador para proponer planes de ajuste o represión en el futuro.
Sin llegar a sostener que la derecha va a ganar el próximo gobierno pero con la posibilidad real de que sean Scioli, De Narváez, Macri, Carrio o Cobos quienes gobiernen me pregunto: ¿Cómo van a hacer para implementar planes de ajuste? ¿Cómo van a hacer para reprimir? O mucho más allá ¿Cómo va a hacer para achicar el estado y aumentar la dependencia del país?
Los medios, la partidocracia, el establisment y los factores de poder saben de esta enorme fuerza acumulada, y también de los límites que todavía tiene; tal vez por eso no quiso el gobierno organizarla en su momento, ¿Cómo la frenarían después?
Cuando me hago esta pregunta recuerdo las enormes movilizaciones populares en contra de los indultos del Menem que sin embargo no pudieron frenar la aplicación del proyecto neoliberal. Allí harán pie los pesimistas para sostener sus análisis.
Pero nuestro pueblo hizo un 20 de diciembre y marco nuevos límites al poder, que indican un piso del que no será sencillo bajar. Es desde ahí que semejantes movilizaciones hacen caer en saco roto la invocación al miedo que desde muchos sectores “progresistas” se bate con el latiguillo de que “ojo que vuelve la derecha”. O que sostienen también que al gobierno no se le debe criticar nada porque sino “volvemos a los 90”, y se toleran la corrupción y la acumulación de riqueza personal de los dirigentes, los acuerdos con Scioli, De la Sota o De Narváez, o el regreso a los mercados de capitales y al endeudamiento externo.
Es mucho lo acumulado por el campo popular, es también firme el piso de derechos que hemos conquistado, se trata entonces de desafiar los límites del presente para construir el futuro de nuestro país. No es el miedo al pasado lo que debe condicionarnos. El neoliberalismo y sus representantes no tienen la fortaleza de antaño y en nuestro continente es donde están sucediendo las mejores experiencias en ese sentido, como las de Evo, Chávez y Correa.
En la plaza de ayer no estaba el PJ de Scioli, Gioja, De la Sota, Reuteman y los gobernadores, tampoco la UCR y la Coalición Cívica, muchos menos el PRO. Estaba el pueblo expresado en ciudadanos de a pie junto a sus familias, intelectuales; estudiantes y trabajadores; organizaciones, partidos y movimientos.
Una vez mas la plaza disipa los miedos, no nos divide sino que nos une.
viernes, 19 de marzo de 2010
EL GENOCIDIO DE AYER ES LA DEUDA DE HOY
Al cumplirse un nuevo aniversario del inicio del terrorismo de estado, que no solo significo la desaparición de 30.000 compañeros y compañeras, sino también la destrucción económica de nuestro país en beneficio de los sectores financieros y el FMI, desde el Movimiento Universitario SUR, junto a Libres del Sur, Barrios de Pie, Sudestada y Proyecto SUR, convocamos a Plaza de Mayo este miércoles a las 11:30.
Nos juntamos en la estación de Lomas a las 10:30, para ir todos juntos a gritar NUNCA MÁS, JUICIO Y CASTIGO, NO AL PAGO DE LA DEUDA ILEGITIMA
Nos juntamos en la estación de Lomas a las 10:30, para ir todos juntos a gritar NUNCA MÁS, JUICIO Y CASTIGO, NO AL PAGO DE LA DEUDA ILEGITIMA
martes, 2 de marzo de 2010
Nuestra postura frente al discurso de Cristina
Una vez más, durante la apertura de las sesiones ordinaria del Congreso, asistimos a un acto de prepotencia, de avasallamiento de las instituciones, de un nivel de burla al pueblo argentino solo comparable con los discursos menemistas, cuando la presidenta, por un lado, pide justicia por los crímenes de lesa humanidad, pero al mismo tiempo, comete maniobras para pagar la deuda ILEGAL, contraída durante la dictadura.
No son temas separados, que nada tienen que ver entre si, pues el genocidio fue la herramienta utilizada por los sectores concentrados de la economía: empresas “nacionales”, empresas extranjeras y bancos, para enriquecerse a costa del hambre y la desocupación de millones de argentinos y argentinas.
Luego, fue esa misma deuda, declarada ilegal por la justicia federal después de 18 años de investigación, la que se utilizó como mecanismo para desguazar el Estado, privatizaciones y corrupción mediante, que derivaron en la crisis del 2001 y posterior heroica pueblada.
Pareciera ser que los k no se dieron cuenta de que la sociedad cambió, que ya no se traga sapos, menos tan grandes, y que la perdida de apoyo fue, justamente por este doble juego: discurso progresista y medidas conservadoras, cuando no antipopulares.
Mientras el gobierno decide cumplir con los estafadores destinando mas de 6500 millones de dólares, los estafados: el pueblo argentino, principalmente los trabajadores y los sectores mas humildes, siguen sufriendo las consecuencias de la “gran estafa al pueblo argentino” (como la califico Alejandro Olmos, impulsor de la denuncia judicial sobre la deuda) pagando con millones de hambreados, cientos de miles de trabajadores en negro, millones de jóvenes que no tienen empleo, ni pueden ir a la escuela.
Avasallando las instituciones, como lo acaban de hacer los k, para priorizar los intereses de los grupos financieros son las razones por las cuales se agrando la brecha entre los que mas ganas y entre los que más tienen. Esta medida antipopular, no beneficia más que a los especuladores financieros.
Nosotros sostenemos que esa plata debe ser destinada a emprendimientos productivos y aumento de sueldos; a mejorar la calidad de vida invirtiendo en salud y vivienda; garantizar el acceso a la educación en todos sus niveles implementando el boleto estudiantil a nivel nacional y más becas para los hijos de los trabajadores y de los desocupados.
Está más que claro que el gobierno no hará nada de eso, por eso debemos seguir construyendo la fuerza social y política que necesitamos para llevar adelante un verdadero programa progresista, donde los intereses populares sean la prioridad y no la variable de ajuste.
Las condiciones están dadas para seguir construyendo de ese movimiento nacional, popular y latinoamericanista, que haga realidad el “que se vayan todos”, que tenga como protagonista a la sociedad movilizada y organizada para la realización y concreción de las reformas. Es sólo cuestión de decidirse a ser protagonistas, pues los héroes individuales no existen.
No son temas separados, que nada tienen que ver entre si, pues el genocidio fue la herramienta utilizada por los sectores concentrados de la economía: empresas “nacionales”, empresas extranjeras y bancos, para enriquecerse a costa del hambre y la desocupación de millones de argentinos y argentinas.
Luego, fue esa misma deuda, declarada ilegal por la justicia federal después de 18 años de investigación, la que se utilizó como mecanismo para desguazar el Estado, privatizaciones y corrupción mediante, que derivaron en la crisis del 2001 y posterior heroica pueblada.
Pareciera ser que los k no se dieron cuenta de que la sociedad cambió, que ya no se traga sapos, menos tan grandes, y que la perdida de apoyo fue, justamente por este doble juego: discurso progresista y medidas conservadoras, cuando no antipopulares.
Mientras el gobierno decide cumplir con los estafadores destinando mas de 6500 millones de dólares, los estafados: el pueblo argentino, principalmente los trabajadores y los sectores mas humildes, siguen sufriendo las consecuencias de la “gran estafa al pueblo argentino” (como la califico Alejandro Olmos, impulsor de la denuncia judicial sobre la deuda) pagando con millones de hambreados, cientos de miles de trabajadores en negro, millones de jóvenes que no tienen empleo, ni pueden ir a la escuela.
Avasallando las instituciones, como lo acaban de hacer los k, para priorizar los intereses de los grupos financieros son las razones por las cuales se agrando la brecha entre los que mas ganas y entre los que más tienen. Esta medida antipopular, no beneficia más que a los especuladores financieros.
Nosotros sostenemos que esa plata debe ser destinada a emprendimientos productivos y aumento de sueldos; a mejorar la calidad de vida invirtiendo en salud y vivienda; garantizar el acceso a la educación en todos sus niveles implementando el boleto estudiantil a nivel nacional y más becas para los hijos de los trabajadores y de los desocupados.
Está más que claro que el gobierno no hará nada de eso, por eso debemos seguir construyendo la fuerza social y política que necesitamos para llevar adelante un verdadero programa progresista, donde los intereses populares sean la prioridad y no la variable de ajuste.
Las condiciones están dadas para seguir construyendo de ese movimiento nacional, popular y latinoamericanista, que haga realidad el “que se vayan todos”, que tenga como protagonista a la sociedad movilizada y organizada para la realización y concreción de las reformas. Es sólo cuestión de decidirse a ser protagonistas, pues los héroes individuales no existen.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)